Durante 2023 y 2024 Paisajes Íntimos se ha adentrado en las expresiones estéticas y culturales de las campesinas que habitan la cuenca media del Río Otún. En esa búsqueda por identificar los oficios, prácticas y narrativas de las mujeres en el campo, se reconocen voces y miradas, resaltando el papel de mujeres que, a través de su trabajo cotidiano, transforman y enriquecen el paisaje que las rodea. Estas mujeres son gotas que hacen parte de la cuenca media del Río Otún.
Las aguas del río Otún nacen a 4.600 m.s.n.m en la quebrada Alsasia y recorren 568.41 km² para desembocar en el río Cauca y así integrarse a la macrocuenca Magdalena-Cauca. Las aguas del río Otún que parecen ser eternas -vana ilusión- son destinadas para uso industrial en 76,31%; uso doméstico, 17,56%; uso agrícola, 0,75%, según la Carder. A su vez, la macrocuenca a la que llegan las aguas del Río Otún tiene un área de 269.129 km2 y recorren 19 departamentos y 733 municipios, según el Ministerio de Ambiente. ¿Cuántas gotas puede haber en el río Otún por minuto? La inmensidad del flujo permanente impide imaginar esta cifra, quedan los cálculos para acercarnos de manera cautelosa a este afluente cuya importancia suelen ignorar los habitantes de los centros urbanos.
Bastan unas gotas de agua para salvar una vida; las mujeres campesinas son gotas a las que no se suele ver en las investigaciones o estudios sobre el campesinado. Las mujeres campesinas han sido sujetos olvidados que, por lo general, no se les reconoce su papel central en los procesos productivos del campo. Mucho menos, se reconoce la importancia de las labores de estas mujeres en el marco de la Declaratoria del Paisaje Cultural Cafetero colombiano.
Esta búsqueda en la cuenca media del Río Otún es una invitación, un viaje por los sabores de la cocina tradicional, un perderse en los tejidos que crean lazos en el territorio; sumergirse en el legado y el respeto por las aves de corral; admirar los saberes que cultivan la tierra desde el respeto y la preservación de semillas del territorio; escuchar la luchas que tuvieron —tienen— las mujeres por romper con relaciones desiguales y violentas; la fuerza y versatilidad que expresan al ser guías de montaña y al tiempo tener que cumplir con otros roles en el hogar; entender el saber que encarnan al preservar y compartir las recetas y pócimas que pueden aliviar un malestar; y, por supuesto, el amor al trabajar sobre la tierra para ver crecer los frutos y las plantas que llegarán a las ciudades. En suma, un viaje por la sensibilidad de las mujeres que crean a diario, en su cotidianidad, un paisaje íntimo.
El agua que nace a 4.600 m.s.n.m. en caño Alsacia se dirige a La Laguna del Otún que es un embalse natural ubicado a 3950 m.s.n.m., para después descender por toda la cuenca del río Otún hasta llegar a la vereda Estación Pereira a 950 m.s.n.m y finalizar su travesía en el río Cauca.Todo el recorrido del agua que nace en las alturas del páramo está atravesado por la biodiversidad del territorio que comparten administrativamente los municipios de Pereira, Dosquebradas, Santa Rosa y Marsella. La cuenca del río es límite administrativo, pero es al mismo tiempo punto que une a las comunidades del territorio.
La vida campesina y el ecoturismo se vieron afectados por las restricciones generadas por la actividad volcánica del Nevado del Ruiz. El 2 de abril del presente año, Parques Nacionales emitió un comunicado donde declaraba el cierre total del Parque Los Nevados debido al riesgo de una posible erupción. Este cierre prohibía a todos los visitantes el ingreso, incluyendo al equipo de investigadoras de Ckabai, que no pudimos llegar a la vereda El Bosque para conocer los oficios y prácticas desempeñadas por las mujeres que habitan el páramo. Estas restricciones obligarón también a que varias familias del área de influencia fueran trasladadas a otros lugares. Otros campesinos se negaron a dejar sus tierras y continuaron con sus trabajos diarios en los cultivos, la producción de leche y quesos, mientras observaban el cráter del Nevado del Ruiz, con respeto pero sin miedo. El 9 de agosto, Parques Nacionales emitió otro comunicado donde daba apertura al Parque después del cierre por cinco meses. Los campesinos continúan trabajando la tierra mientras el Nevado del Ruiz duerme —por algún tiempo— y el viento sigue soplando.
En esta ocasión les invitamos a un viaje por los sabores de la cocina tradicional, perderse en los tejidos que crean lazos en el territorio, sumergirse en el legado y el respeto por las aves de corral y a admirar los saberes que cultivan la tierra desde el respeto y la preservación de semillas del territorio. Un viaje por la sensibilidad de las mujeres que crean a diario, en su cotidianidad, un paisaje íntimo.
El Encuentro de Saberes es un componente fundamental en el desarrollo del proyecto Paisajes Íntimos, ya que desarrolla uno de sus objetivos y es el de propiciar espacios de encuentro, reflexión e interacción entre las mujeres campesinas y sus conocimientos.
Este Encuentro de Experiencias 2024 permitió que las mujeres habitantes rurales de la cuenca media del Rio Otún se encontraran en un espacio de confianza y confidencialidad para narrar sus experiencias y compartirlas con sus compañeras, generando opiniones y fortaleciendo los vínculos entre ellas.
En general ellas estuvieron con disposición para aportar y para compartirse, hubo risas, nostalgias, historias cargadas de emocionalidad, memoria y diversión.
Algunas conclusiones del encuentro:
-Las prácticas y oficios de cada una de estas mujeres, en conjunto, son la conservación de la diversidad e identidad campesina, siendo una forma de cuidar cultural, social y ambientalmente el territorio.
-La participación de las mujeres representa un pilar para el sostenimiento de la vida campesina, lo que hace que haya sobrecarga de tareas y labores, principalmente las relacionadas con el cuidado.
-Existe un fuerte arraigo de las mujeres por su territorio y puntualmente la ruralidad.
-Cada mujer compone un entramado diverso en este grupo, aunque algunas hacen cosas parecidas, en su individualidad tienen prácticas diferentes, los método y técnicas de cada una ofrecen la posibilidad de complementarse en la realización de sus oficios, aún siendo similares. Varias de ellas cuidan animales, en este caso, aunque tengan gallinas para producción de huevos, cada una cría y cuida de diferentes maneras.
Un recorrido ilustrado por las sensibilidades y los quehaceres de seis mujeres que mantienen vivo el espíritu de este territorio de historias.
Alimentar al campesino, custodiar semillas, cuidar gallinas criollas, hacer queso, tejer, sembrar y cosechar, son algunos de los oficios que alimentan este recorrido.
Este impreso es un homenaje, no solo a las mujeres que han dado voz a estas páginas, sino a todas las campesinas que puedan encontrar un reflejo en estas palabras y en estas labores que no siempre son visibles ni valoradas.
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Si este pequeño libro llega a tus manos, compártelo, con ello estarás aportando a la construcción y salvaguarda de la memoria de la vida campesina.
Dirección general, investigación y fotografía: Jessica Arcila Orrego
Investigación, textos y reportería: Christian Camilo Galeano
Apoyo logístico: Luisa M. Orrego
Guía de campo: Juanita Torres
Producción audiovisual: Insign Media
Diseño gráfico: Frances Astaiza
Manejo web: Harrys Tapasco
Exposición y montaje: Omar David Grisales
Talleristas Encuentro de Saberes: Colectiva Las Cuchas
Agradecimientos especiales a:
Diego Hoyos, Susana Toro, Ana Lucero Toro Soto, Jessica Lorena Galvis, Albeiro Guiral, Ángela Orrego y Camilo del Mar.
Gestión y coordinación
Escritor y cofundador Ckabai
Investigación y perfiles
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Ilustración y diagramación editorial